jueves, 11 de noviembre de 2010

Del amor al odio hay tan sólo un paso.


Dicen que del amor al odio tan sólo hay un paso. Pues bien, tienen razón. Esto es porque el odio tiene la misma intensidad que el amor. Llegas a querer tanto a una persona que no te puedes imaginar tu vida sin ella, pero cuando te hace daño, la ves con otros ojos y sin darte cuenta esos sentimientos positivos cambian radicalmente al odio. Sufrir por amor es morir en vida. Así que como prefieres no sufrir por su culpa, empiezas a crear rabia a su alrededor y cuando te das cuenta, esa rabia es el odio, y cada día que pasa la odias más y no soportas ni ver a esa persona. En cierto modo, esto a veces se hace como medida de protección, porque quieres dejar de sufrir por culpa de esa persona.
Yo sé lo que es querer muchísimo a una persona, tanto que daría mi vida por ella, y en cuestión de días llegar a odiarla como al mismísimo diablo. Y me diréis, ¿porqué? Porque ahora (una manera de hablar, ya hace tiempo que me dí cuenta) uno se da cuenta de la verdad de todo, se da cuenta que la función que uno tuvo en su momento y era la de un simple juguete, un capricho, para cierta persona, y que cuando se hartó de esto, se deshizo de mi como quien se deshace del papel del bocata del recreo, lo arruga y lo tira a la basura. Un capricho de una tarde de verano. Y no me arrepiento en el fondo...¿sabéis? porque me sirve para aprender de los errores, porque esta persona ha sido un error en mi vida, y de los errores yo aprendo y después encima, ME RÍO. Porque este es uno de esos errores de lo que luego te acabas riendo. Claramente, no le merecía. Yo soy mil veces mejor que esta persona, y mil millones de veces mejor que con la persona con la que está actualmente. En el fondo, ha sido tonta, ya que es como quien tiene un deportivo y lo cambia por un coche normal y corriente. Pero lo evidente es lo evidente. Pues de manera similar ha hecho esta persona. Se le podría calificar de muchas maneras. Tenemos una gran cantidad de adjetivos en nuestra gramática española para ello, pero es que creo que no se merece ni que se le describa con uno de ellos. Los adjetivos tienen más clase y estilo que la susodicha como para nombrarla con ellos. Esta niñata (porque no existe otra manera más bonita de dirigirse a ella aquí) no se merece NADA. La verdad es que tiene más de lo que se merece. Por el hecho de vivir ya tiene más de lo que se merece en realidad. Creo que no sabe ni lo que son los sentimientos, lo que es tener corazón...nada de eso.
Sinceramente, quien me lea, que me haga caso y que jamás de los jamases comience una relación a distancia si ambos no están convencidos de luchar por ello, porque luego pasa lo de siempre. Entre otras cosas, que uno de los dos SIEMPRE, sin excepciones, da más que otro. Con esto me demuestra varias cosas esta persona: que no tiene PALABRA para nada, dijo que sería para siempre, y tan sólo fue un suspiro; que no es tan fuerte como se anuncia, no luchó en ningún momento por esto, se dejó vencer claramente; que no es digna de mi, ahora me doy cuenta de lo muchísimo más que valgo yo que esta persona;  y muchas cosas más que no me quiero extender en ellas.
Para acabar, a ese ser humano le digo que me da PENA. Me da pena porque no supo valorar lo que tuvo. Ya te darás cuenta de lo que tuviste y de lo que perdiste, si es que tienes un poquito de cerebro al menos. Y recordad, que uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde.

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