lunes, 1 de noviembre de 2010

Primer palo...

Me quiero morir. Eso es lo que pense cuando me marché. Cuando cogí el avión, hace apenas dos años. Quería acabar con todo. Sí un simple accidente era lo mejor. Para que nadie tuviera la culpa, para que yo no tuviera que avergonzarme, para que nadie tuviera un porqué. Recuerdo que el avión se movió durante todo el viaje. Había una tormenta y todos estaban tensos y asustados. Yo no. Yo era el único que sonreía. Cuando estás mal, cuando lo ves todo negro, cuando no tienes futuro, cuando se pierde esa ilusión, esas ganas de seguir luchando por eso... cuando no tienes ya nada que perder,cuando... Cada instante es un peso enorme, insostenible. Y resoplas todo el tiempo. Y querrías liberarte como sea. De cualquier forma. De la más simple, de la más cobarde, sin dejar de nuevo para mañana ese pensamiento: ella no está. Ya no está. Y entonces, simplemente, querrías no estar tampoco tú... Desaparecer.
Pero la verdad, no vale la pena. No vale la pena, porque la vida no acaba aquí y ahora. Esto no es el fin, esto no es más que el comienzo. Todo tiene que pasar y pasó, simplemente.
Ciertamente, las tragedias ocurren. Podemos descubrir la razón de porqué pasan, culpar a otros por ello, o imaginar qué diferentes habrían sido nuestras vidas sin ellas. Pero nada de esto tiene importancia: ya pasaron, y listo. A partir de ahí tenemos que olvidar el miedo que nos provocan, olvidar esas cosas que pasaron e iniciar la reconstrucción. Lo que hay que hacer es usar ese pasado a tu favor, es decir, hay un pasado que no me deja satisfecho, pues es tan sencillo como olvidarlo ahora y ya, aunque eso que se dice tan sencillo cuesta verdaderamente horrores cuando esas cosas que ahora no te dejan satisfecho te importaron y luchaste por ellas a más no poder. Más bien, además de olvidar todo eso, tendré que imaginarme una nueva historia para mi vida y creer en ella. Eso de usar tu pasado a tu favor…concentrarse sólo en los momentos en que conseguí lo que deseé, y esa fuerza me ayudará a conseguir lo que deseo ahora. Si pude antes ¿porqué no ahora? pregunta tan sencilla y tan difícil a la vez...la verdad.
Todo esto, más que una pérdida de tiempo, fue un tiempo empleado en aprender, una vivencia más, una experiencia más para tu curriculum personal de la vida...y es así. Las cosas son difíciles, pero no imposibles, lo improbable es por definición probable.
De todo se aprende algo.
He aprendido que todo en esta vida tiene remedio, todo tiene solución, todo menos la muerte...algo a lo que a fin de cuentas estamos destinados todos, es el ciclo vital, aún así no descarto la posibilidad de que hasta para eso se le encuentre una solución. He aprendido a ver las cosas con otros ojos, a abandonar ese "cuento de hadas" donde todo es bonito y perfecto. He aprendido a poner los pies sobre la tierra. He aprendido a ver lo que es verdaderamente importante, y es estar rodeado de gente que no sólo está contigo en los buenos momentos, si no también en los no tan buenos. Y te hacen reír, te arañan esa sonrisa de tu boca, y te hacen ver que la vida hay que vivirla y disfrutarla, que la vida son dos días...
Todo llega. Por eso estoy tranquilo. Cuando una persona, cuando alguien de vosotros quiera algo, no lo busquéis, porque vendrá a vosotros y vosotras en el momento y lugar que menos os lo esperéis.
Y es que, cuando uno va creciendo, va descubriendo ya que defendiste mentiras, que te engañaste a ti mismo o que sufriste por verdaderas tonterías. Pero si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario